La base de unos buenos hábitos dentales y una boca sana se construye a una edad temprana. Una orientación adecuada, una mirada atenta y limpiezas periódicas pueden ayudar a garantizar que su hijo crezca con la mejor sonrisa que pueda tener. Puede que haya algunos contratiempos en el camino, pero no te preocupes. Desde aparatos ortopédicos para niños hasta la lucha contra las caries, su dentista puede ayudarle cuando surjan problemas como estas cinco preocupaciones comunes.
1. Cavidades
A los niños les encantan los alimentos azucarados, pero a las bacterias que causan caries les encanta el azúcar. Los niños que siguen dietas ricas en azúcares, como refrescos, jugos de frutas y alimentos con almidón como las papas fritas, tienen más probabilidades de desarrollar caries. Sea consciente de la dieta de su hijo y asegúrese de que tenga buenos hábitos de cepillado.
Los bebés alimentados con biberón no son inmunes a las caries. Acostar a su hijo con un biberón de leche o usar chupetes endulzados para alentar a los niños inquietos a que se calmen puede contribuir a una afección comúnmente llamada "caries del biberón". Los chupetes deben estar siempre limpios y los bebés sólo deben acostarse con agua en el biberón.
2. Chuparse el dedo y chupetes
Chuparse el dedo o querer un chupete es una inclinación natural en los niños pequeños. Los calma y les ayuda a sentirse seguros. La mayoría de los niños dejan de hacerlo por sí solos cuando pasan la edad preescolar. Si su hijo no lo hace, es importante asegurarse de que romper con el hábito para cuando les empiecen a salir los dientes permanentes.
Una vez que salen los dientes permanentes, chuparse el dedo y usar chupete puede afectar la alineación de los dientes, la alineación de la mandíbula e incluso la forma del paladar superior. Las sobremordidas son el problema más común de desarrollar. Si su hijo ya tiene algunos problemas de alineación, hable con su dentista sobre aparatos ortopédicos para niños.
3. Dientes demasiado retenidos
Cuando un diente permanente está completamente desarrollado y listo para salir, empuja la raíz del diente de leche que se encuentra debajo. El diente de leche se afloja y finalmente se cae, lo que permite que salga el diente permanente. Por lo general, el dentista de su hijo puede saber cuándo debe salir un diente basándose en las radiografías, la experiencia y las pautas profesionales.
A veces, un diente de leche permanecerá en su lugar por mucho más tiempo de lo esperado. Esto se llama un diente sobre retenido. Hay varias causas posibles. El diente de leche que se encuentra debajo puede estar torcido y no aflojarse correctamente. El diente permanente podría estar fusionado al hueso o faltar por completo. La genética y las condiciones de salud subyacentes también pueden influir. Un dentista podrá evaluar la situación y ofrecer opciones de tratamiento basadas en la situación particular de su hijo.
4. Enfermedad de las encías
Cepillarnos los dientes elimina las capas de bacterias y depósitos minerales que contribuyen a las caries y las enfermedades de las encías. Cuando la placa y las bacterias se acumulan, se asientan contra la línea de las encías y provocan inflamación. Esto se llama gingivitis. Si no se trata, puede convertirse en una enfermedad de las encías más grave y afectar tanto a los dientes como a la salud general de su hijo.
Puede resultar difícil para los niños aprender y mantener una buena rutina de higiene bucal sin supervisión de los padres. Es posible que no se cepille el cepillo durante el tiempo suficiente, que se pierda superficies o que tenga problemas para usar el hilo dental. Los niños con diabetes o que toman ciertos medicamentos también pueden ser más propensos a sufrir enfermedades de las encías. Durante las limpiezas dentales de su hijo, el dentista verá si la rutina de su hijo es efectiva. De lo contrario, le ayudarán a enseñarle a su hijo cómo mantener una boca sana. Para los niños con problemas médicos, es posible que se necesiten pastas dentales y enjuagues especiales para controlar su salud bucal.
5. Bruxismo
Según la Asociación Estadounidense del Sueño, hasta el 15% de los niños rechinan los dientes. El rechinar de dientes, también llamado bruxismo, suele producirse en fases de sueño profundo. Algunos padres pueden oír o ver el chirrido, pero los primeros signos pueden ser que su hijo se queje de dolores de cabeza y de mandíbula cuando se despierta. El rechinamiento prolongado puede desgastar el esmalte dental, causar sensibilidad, provocar dolores de cabeza crónicos y afectar la alineación de los dientes de su hijo.
La causa del bruxismo puede ser difícil de identificar. Físicamente, la alineación inadecuada de los dientes o el dolor como la dentición o el dolor de oído pueden provocar rechinar. Sin embargo, el estrés es uno de los desencadenantes más comunes en los niños. Las preocupaciones por la escuela, los problemas en casa, los patrones de sueño inadecuados e incluso una mudanza reciente pueden traducirse en una rutina nocturna. Muchos niños superan el bruxismo con la edad, pero su dentista puede hablar con usted sobre protectores nocturnos o aparatos ortopédicos para niños si el problema persiste.
Los chequeos dentales bianuales pueden ayudar a detectar problemas como estos y corregirlos con soluciones como aparatos ortopédicos para niños, empastes dentales y recomendaciones para mejores hábitos de salud bucal. Los niños deben empezar a acudir al dentista tan pronto como les salga el primer diente y continuar con visitas periódicas a partir de ese momento. Si su hijo debe realizarse un examen, llame hoy a Sky Dental Alliance para programar una visita.